¿Por qué se nos van los mejores empleados?
Después de muchos años trabajando en Recursos Humanos, buscando, entrevistando y seleccionando excelentes candidatos, llegué a la conclusión de que muchos de los candidatos que resultaron seleccionados tenían algo en común. No solo estaban felices de lograr un nuevo puesto de trabajo, sino que, frecuentemente, estaban sobre todo encantados de dejar el anterior.
Como siempre elegimos los mejores profesionales para presentárselos a nuestros clientes, la observación anterior me llevó a intentar averiguar el motivo de la insatisfacción de los candidatos con el trabajo que querían dejar. Durante varias charlas informales, después de que los candidatos ya hubieran empezado a trabajar en la nueva empresa, además de sus genuinas motivaciones para optar al puesto, también admitieron con frecuencia que uno de los aspectos que les llevaron a estar interesados en el cambio que se les proponía fue la posibilidad de escapar de un entorno profesional nefasto.
"Las personas no dejan sus trabajos, dejan una cultura laboral tóxica" se ha convertido en mi experiencia en un lugar común que viene a explicar muchos cambios profesionales en la comunidad de negocios. La frase "cuidar a los empleados" está tan desfasada hoy que incluso los candidatos comienzan a dudar cuando los empleadores la mencionan como un beneficio, ya que debería ser una parte habitual de la cultura laboral.
Pero, ¿cuáles son las señales que podrían indicar que tus mejores empleados pudieran estar planteándose cambiar de trabajo?
Valores fundamentales
Cuando los valores fundamentales de los que hace gala la empresa no son más que papel mojado, sin ninguna relevancia a la hora de gestionar el negocio en la práctica, el empleado puede sentirse decepcionado por esta falta de coherencia, perdiendo la confianza en su empleador porque ¿en qué se puede confiar si los valores fundamentales de la organización son ignorados?
Saturación de trabajo
El mito de que trabajar en exceso es una insignia de honor y que se espera que sea algo muy común, es algo que puede funcionar, pero sólo a corto plazo. Hace algún tiempo, la Organización Mundial de la Salud aprobó el síndrome "Burn out" como diagnóstico de salud y planteó las medidas preventivas para su reconocimiento y reducción. Lo único que el empleador realmente obtiene por los empleados que trabajan en exceso son costes más altos por tener empleados estresados y desmotivados y, frecuentemente, un elevado absentismo.
Pobre liderazgo
Los líderes autocráticos, la mala gestión, la competencia malsana, la falta de profesionalidad y de ejemplo, los ambientes tóxicos; culpar y castigar a los empleados para no tener que asumir la responsabilidad por los posibles malos resultados... tienen un profundo efecto desmotivador en los empleados que debilitan en gran medida su identificación con los objetivos de la empresa. La mayor preocupación para cualquier organización debería ser cuando sus personas más apasionadas se callan".
Ser ignorados
La mayoría de los empleados, cuando se les trata bien, aportarán un claro valor al trabajo que realizan. Se vuelven innovadores y creativos, ven algunos pasos que pueden hacer progresar o marcar diferencias en relación a los rivales en el mercado, etc. Llegan a asumir un rol de visionarios, personas de futuro. Si esas personas no tienen la oportunidad de desarrollar sus ideas y crecer profesionalmente en el desempeño de sus funciones en la empresa, antes o después se acaba por encender el piloto de "es hora de irse".
Las personas que vivieron entornos tóxicos en su lugar de trabajo también incluyeron en la lista de aspectos negativos elementos tales como el favoritismo, los chismes y rumores en lugar de una genuina comunicación que permitiera conocer la realidad de la empresa, el acoso, la discriminación por diferencias sociales, culturales o de género, etc. elementos todos que enrarecen la cultura de organizativa dela empresa y la convierten en difícilmente respirable sobre todo para los mejores empleados.
¿Se puede curar esta enfermedad?
Una cosa es segura: la cultura laboral tóxica no es el resultado de una sola causa, es el resultado final de muchos factores en sinergia. Con mayor frecuencia, esta situación es una combinación de dos causas principales: liderazgo deficiente y prepotencia. Los medicamentos son: autenticidad, respeto, integridad, empatía y confianza.
La toxicidad en el lugar de trabajo es costosa. Los empleados insatisfechos o desinteresados cuestan a las empresas miles de millones de euros cada año en ingresos perdidos, mayores costes operativos, indemnizaciones y otros daños. Parece lógico pensar que cualquier empresa estaría interesada en invertir dinero para evitar unos resultados tan nefastos. Cuando se identifica el problema, la prioridad es enfocarse a identificar las causas fundamentales a eliminar, hacer un plan específico, ambicioso y realista desarrollarlo y mantenerlo en el tiempo, evaluando con periodicidad los avances conseguidos. Conseguir la involucración de los propios empleados resulta clave para el éxito del plan de mejora. El objetivo último es demostrar a los empleados, una genuina preocupación por su bienestar personal y su desarrollo profesional, así como por crear un su entorno laboral exigente, excitante y motivador donde se espera y se anima a los empleados a que den lo mejor de sí mismos y se les reconozca y recompense por su aportación a la marcha del negocio. ¡Un entorno del que a la gente le vaya a costar mucho marcharse...!